Inicia un nuevo año, muchos escriben sus propósitos para el año que comienza, otros solo dejan sueños y deseos volar en su imaginación; sin embargo hacer nuestro plan anual o “mapa del tesoro” como algunos lo conocen nos permite plasmar los proyectos y metas que queremos alcanzar. Al hacer esto de forma consciente establecemos las acciones que tenemos que realizar para lograrlo, estimar recursos y tiempo, considerar posibles riesgos, establecer indicadores que permitan medir el éxito de los mismos, y en caso de algún cambio saber qué acciones tomar.
Seguramente ya lo haces, quizás bajo otro estilo; sin embargo a continuación comparto algunos tips que pueden ayudar a planificar tu año:
- La agenda es clave: cada navidad me regalo mi agenda del año siguiente, una pequeña que pueda llevar conmigo siempre.
- Planifica tu día a día, tu semana, el trimestre, el año: primero establezco mi Mapa Estratégico Personal, lo divido en mis tres vidas: Familiar, Personal y Profesional; escribo en una de las hojas de la agenda esas metas principales a lograr para cada una de ellas. Luego voy desagregando esas metas u objetivos en actividades, es decir, listo qué cosas tengo que hacer para lograr cada uno de ellos, y lo planifico en la agenda. Adicionalmente se programa el día a día, es decir las actividades rutinarias.
- Planifica tu semana con antelación: planifica cada viernes lo que harás la semana siguiente para que el lunes aproveches el tiempo al saber previamente lo que tienes que hacer. Cuando planifiques tu día, haz una lista realista y no una kilométrica, ya que al hacerla demasiado larga irán quedando tareas pendientes día tras día, convirtiéndose en una carga.
- Establece prioridades: al momento de listar las actividades que debes realizar, clasifícalas, esto permitirá poder programarlas mejor y gestionar adecuadamente tu tiempo. Piensa en cuáles actividades son realmente urgentes, cuáles importantes y cuáles no.
- Identifica posibles riesgos que puedan afectar tu plan: toma en cuenta siempre que los planes cambian, y es natural que ocurra esto porque “lo único constante en la vida son los cambios”. Por ello, identifica los los diferentes escenarios o situaciones que se puedan presentar y establece acciones adicionales en caso de que se materialicen.
- Haz seguimiento de tus logros: una vez alcanzado los logros, hay que celebrarlos, de la forma como prefieras.
- Equilibra tus 3 Vidas: en tu planificación debe verse reflejado el tiempo que dedicas a tus tres vidas (Personal, Familiar y Profesional), si identificas que una está siendo más afectada que las otras evalúa las causas y toma acciones, organiza cada día para poder cubrir los tres espacios; y los fines de semana regálate tiempo para ti y los tuyos.
- Anota todo aquello que consideres importante: adicionalmente a esta planificación diaria, semanal, trimestral y anual voy anotando cualquier idea, gasto que se presente, algún contacto nuevo, etc. y se va realizando un registro fotográfico de cada día, sé organizado en tus anotaciones, esto te facilitará conseguir la información posteriormente.
- Verifica tus planes y cómo los ejecutas, en caso de desviaciones, analiza y toma acciones: al finalizar cada día reviso las actividades hechas y verifico si: 1) aproveché el tiempo, 2) hubo una buena planificación, 3) no hubo desviación, 4) mejoro continuamente al evaluar porqué no se lograron algunas y automáticamente voy convirtiendo esta acción en un hábito, aplicando así el ciclo de mejora continua: Planificar, Hacer, Verificar y Actuar para tomar acciones para corregir o mejorar.
- Equilibra tu tiempo con el de los demás: por ello es importante compartir con antelación los planes y la información que sea esencial para poder organizarnos como grupo familiar, como equipo de trabajo, con la pareja, con los amigos.
Lo importante de planificar es poder organizarnos al tener un punto de referencia o línea base. Siempre habrá cambios, pero al tener al menos un plan tenemos idea del camino a seguir para lograr nuestros objetivos.